Es una planta herbácea anual, cuyo tallo alcanza una altura de poco más de medio metro. Las hojas anchas, con formas diferentes según la especie, poseen color verde, con un tono mucho más vivo en la parte superior.
Su raíz se compone de 6-12 bulbillos, conocidos tradicionalmente como dientes de ajo, unidos por la base formando un cuerpo con forma redondeada llamada ‘cabeza de ajos’.
Su interior está formado por capas gruesas, carnosas, donde se acumulan los nutrientes de la planta y protegidas por membranas finas, secas, delgadas y semitransparentes.
Su tamaño es el de una nuez y posee forma de pera, de piel brillante color púrpura y carne blanca y fina, sembrada de pequeñas semillitas comestibles que aportan un sabor amargo.
Estas semillas redondas, pertenecen a la familia de las legumbres, son de textura muy suave, y su color es verde brillante, por lo que le dan a nuestro organismo un gran poder nutritivo. Se comercializan en el mercado congeladas, enlatadas, secas y frescas.